La técnica del drapeado consiste en aplicar diferentes costuras a la tela consiguiendo que ésta conforme pliegues y fluya con una mayor caída y volumen. Con origen en la Grecia clásica, se ha mantenido a través de las diferentes culturas hasta llegar a nuestros días.
Pero fue a partir del S XVIII, cuando distintas tendencias de moda neoclásica se sintieron fuertemente atraídas por los suaves drapeados del pasado clásico, a menudo con un propósito muy concreto, como fue el de liberar a la mujer de la constricción de las prendas ajustadas y de las engorrosas capas de las enaguas y rellenos moldeadores.
Ya en el S, XX encontramos en Paul Poiret el máximo exponente de esta técnica, usándola para la creación de corpiños y vestidos dando un aire delicado a la silueta femenina con cierta reminiscencia a la indumentaria greco-romana.
Disfraz diseñado por Paul Poiret con la técnica del drapeado.
