Tras la caída de Roma en el año 476 d.C., Constantinopla (hoy Estambul) se convirtió en el centro del mundo bizantino. Con el auge del Imperio romano de Oriente llegó la opulencia y una fusión de estilos griegos, romanos y orientales. La ropa indicaba la posición social: los más poderosos, personificados por el emperador Justiniano I y su esposa Teodora, vestían largos ropajes fluidos de sedas ricamente labradas, con hilos de oro y joyas incrustadas.
Los velos y las sedas femeninos, y las túnicas en forma de T y los mantos masculinos derivan de la indumentaria romana. Algunas prendas, en particular el pallium (palio), la casulla (prenda de encima) y la dalmática (túnica con amplias mangas) se convirtieron en vestiduras litúrgicas de las Iglesias ortodoxa y católica. La plebe vestía sencillas túnicas de lana, más cortas en los hombres, con calzas, botas y un manto o una capa largos por encima.
https://artpower-ana.blogspot.com/2015/01/teodora-emperatriz-de-bizancio.html
