Todos los egipcios que podían permitírselo, tanto hombres como mujeres, adornaban su cuerpo con joyas de pies a cabeza, constituyendo un símbolo de elevada condición social.
Los egipcios crearon todo tipo de joyas: pulseras, brazaletes, anillos, collares, pectorales, cinturones, amuletos, tobilleras, coronas, diademas y pendientes, todas ellas de gran belleza.
Siempre coloridas, primaban los motivos naturales (hojas, flores, animales) y como material preferente el oro procedente de la cercana Nubia (hoy Etiopía). También usaban piedras semipreciosas entre las que destacaba el lapislázuli.
Brazaletes de oro procedentes de la tumba de Tutankamón decorados con escarabajos de lapislázuli. Museo Egipcio, El Cairo.
