Origen de la seda

La seda empezó a utilizarse hace aproximadamente unos 4.700 años, llegando a Europa a través de la famosa ruta de la seda que no fue una, sino varias vías comerciales a través de desiertos y montañas desde Asia y la península Arábiga hasta el Mediterráneo. Sus inventores, los chinos, mantuvieron el secreto de la seda durante más de dos mil años.

La seda era una mercancía de primer orden, muy codiciada, situándose al mismo nivel de las piedras preciosas y especias.

Los vestigios que se poseen en la actualidad proceden de las distintas excavaciones realizadas a lo largo de las rutas. Entre ellas se encuentra el estandarte de la dinastía Han hallado en la tumba de Hunan (China) y datado en el 180 a.C.

Estandarte de los Han Occidentales, confeccionado en seda.
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