El desfile del Atelier Versace de alta costura en otoño de 2012, durante la Semana de la Moda de París, tuvo lugar en el elegante Hôtel Ritz. En consonancia con esa ubicación, la colección fue suntuosa. El intenso brillo de los diseños era chic y muy sexi, y se materializó en corpiños encorsetados y tejidos metálicos en oro rosa, blush y morado.
Los vestidos largos de noche eran de gasa, de forma que se traslucían las piernas de las modelos cuando desfilaban por la pasarela. Christina Hendricks, Milla Jovovich y otros pesos pesados de la moda llenaban la primera fila cuando Donatella Versace hizo su aparición con un vestido negro bodycon con estampado de la firma y unos tacones altísimos. Al igual que la propia diseñadora, este icónico vestido acaparó toda la atención aquel día y dejó a la audiencia deseando poseer un pedacito de esa magia de Versace.
